sábado, 1 de octubre de 2011

OJO CON LOS PARÁSITOS



        Hoy por hoy, la política está en más bocas que antes. Ya sea por el alza del gas en Magallanes, por los derechos civiles de las parejas homosexuales, por el salvaje aniquilamiento ambiental de Barrick Gold o Hidro Aysén, o por el grosero negocio de la Educación, la salud, las Isapres, las AFP. Está bien. La gente después de años de garrotazos, decepciones, frustraciones y promesas incumplidas está un poquito más desconfiada y está intentando incipientemente recuperar los espacios políticos de participación de masas. 

        Eso a nivel de “masas”, o de “ciudadanía” como se los llama hoy en día, pero a nivel de aparatos políticos la cuestión resulta más que nunca nauseabunda. 

       Sabemos, por una parte, que el gobierno actual, encabezado por el "señor" Sebastián Piñera, pertenece al sector más “flaite” de la burguesía; aves de rapiña, animales carroñeros  que llenan sus abultadas billeteras a través de la extracción de plusvalía principalmente absoluta, los cuales han arrasado históricamente, y de la manera más grosera, las riquezas naturales de Latinoamérica y han parasitado del capital financiero y retail sin impulsar ningún proyecto productivo.

         Pero a su vez, sabemos que este sistema “democrático” permite la existencia de un bloque de “oposición”. Y es aquí donde quiero detenerme porque el olor nauseabundo es insoportable. Si bien, en este país existen muchos cara de raja, estos “señores y señoras” de oposición llegan a un extremo que roza lo bizarro. No sólo apesta verlos en las marchas, “apoyando” las demandas populares; no sólo apesta ver nuevamente sus banderitas cínicas de traición histórica; no solamente apesta escuchar a la ex ministra Yasna Provoste o a la vieja del jarrazo opinar a favor del movimiento estudiantil, acusando al gobierno de hacer oídos sordos a las demandas de la gente o que el sistema educacional está colapsado; escuchar al milico de Vidal, ex vocero de gobierno, decir que la derecha no ha sabido interpretar los problemas de la gente porque les ha faltado gobernabilidad y voluntad de escuchar;  ver a los parásitos intentar "refundar" un bloque de centroizquierda que refleje las demandas de la población . Esto no sólo es ser cara de raja, sino es un escupo en la boca, una patá en la guata, una violación sistemática, una vuelta bizarra de chaqueta, conductas dignas de psicópatas, porque los parásitos ni se arrugan.

       ¿Acaso no fueron los autodenominados señores progresistas, centroizquierdistas, concertacionistas, o cómo se quieran llamar, los que han tirado a la chuña los recursos naturales tales como el agua, la Patagonia o Pascua Lama, que han precarizado las condiciones laborales de manera escandalosa, que han mantenido salarios de hambre mientras han permitido que el retail despedace a la gente con créditos y tarjetas, que han sostenido el lucro más descarnado con la salud, la educación y la vivienda, que han reprimido a la gente de manera bestial (o no señor Belisario Velasco), que han matado mapuches, que han creado la ley antiterrorista para justificar la repre, que tienen las cárceles llenas de gente y las calles llenas de pacos y que han sostenido a los señores empresarios engordando y satisfechos de lo fácil que ha sido empelotar a este pueblo "embrutecido"?.

          Son éstos dos bloques los que se creen dueños de la moral y las buenas costumbres, del concepto de ciudadanía, democracia y participación, del concepto de familia, y lo saben imponer. Y les resulta muy bien. Dos bloques igualmente parásitos, donde los señores “progresistas” han hecho sólo progresar sus bolsillos y la miseria de la gente.

        Muchos dirán que esto ya lo sabían, que es cuento viejo, pero me parece preocupante ya que por lo general tenemos muy mala memoria a corto plazo.

       Me resulta aberrante ver a los parásitos en asambleas y sindicatos ocupando cargos una vez más, en la vieja pose izquierdista de lobo con piel de oveja. Me parece desconcertante que, una vez más, se utilice el personalismo para ocultar los problemas de fondo. Si alguna vez fue Pinochet ahora es Piñera, y las soluciones de los parásitos es cambiarlo por otros parásitos, donde la figura de Bachelet emerge nuevamente como la carta comodín. 

        No olvidemos que la señora Bachellet fue una presidenta con enfoque ciudadano. Es cosa de preguntarle a los pingüinos del 2006, a los deudores habitacionales, a los subcontratistas del cobre, a los trabajadores forestales, a los portuarios, a los mapuches, a los ambientalistas, a los jubilados, a los profesores, a la ciudadanía en su conjunto.

       ¿O es que acaso creerán que la gente es tonta?

       El tiempo de rascarse ya pasó...¡Parásitos fuera! Tanax social.


Comandante Tiroloko


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